Las tres primeras semanas han sido de rotación por las dos clases de 3 años y por una clase de 4 años.
Gracias a este periodo de rotación he podido conocer a los nuevos grupos de 3 años, observar el avance en los niños de cuatro, donde ya estuve el año anterior, así como integrarme mejor con las profesoras de los respectivos cursos.
He podido comprobar el trabajo realizado en las diferentes aulas. Por un lado, en 3 años se observa la diferencia en las normas adquiridas en cada clase, pues una de las clases la profesora ha trabajado mucho las normas de comportamiento en clase y se nota. También la diferencia en los grupos afecta, pues una de las clases es muy movida.
Durante este curso, los niños y niñas tienen que adquirir por primera vez rutinas a las que en algunos casos no están acostumbrados y que irán consolidando durante todo su paso por infantil. La profesora debe estar pendiente de sus necesidades básicas más en cursos siguientes: aseo, comida... A pesar de que en este segundo trimestre se notan los avances realizados y son bastante autónomos sobre todo a la hora de ponerse el babi, abrigo, etc. El control de esfínteres está bastante conseguido, a pesar de que siempre hay días en los que algún niño o niña no lo controla.
En tres años se utilizan bastante los rincones, para realización del trabajo de ficha así como para el juego, mientras que en 4 años, el tiempo de juego va disminuyendo. La clase de 4 por la que he pasado es muy tranquila y buena, tanto en comportamiento como en trabajo.
Los alumnos y alumnas van siendo cada vez más autónomos para realizar las actividades programadas (asamblea, fichas, juego por rincones, aseo, comida...) y tienen interiorizadas muchas más rutinas. Se nota el trabajo de la profesora en el aula, pues el nivel de conocimiento de los niños en general, es bastante alto. Me llamó bastante la atención las actividades al trabajar las letras. Trabajan siempre al aprender una letra, una canción relacionada y además en la asamblea algunos niños debían formar frases con las letras o palabras trabajadas. Esto me parece muy importante, pues no solo van aprendiendo vocabulario sino que aprenden a construir frases de forma correcta, lo que va a ser muy positivo para su desarrollo del lenguaje en los siguientes cursos.
Gracias a este periodo de rotación he podido conocer a los nuevos grupos de 3 años, observar el avance en los niños de cuatro, donde ya estuve el año anterior, así como integrarme mejor con las profesoras de los respectivos cursos.
He podido comprobar el trabajo realizado en las diferentes aulas. Por un lado, en 3 años se observa la diferencia en las normas adquiridas en cada clase, pues una de las clases la profesora ha trabajado mucho las normas de comportamiento en clase y se nota. También la diferencia en los grupos afecta, pues una de las clases es muy movida.
Durante este curso, los niños y niñas tienen que adquirir por primera vez rutinas a las que en algunos casos no están acostumbrados y que irán consolidando durante todo su paso por infantil. La profesora debe estar pendiente de sus necesidades básicas más en cursos siguientes: aseo, comida... A pesar de que en este segundo trimestre se notan los avances realizados y son bastante autónomos sobre todo a la hora de ponerse el babi, abrigo, etc. El control de esfínteres está bastante conseguido, a pesar de que siempre hay días en los que algún niño o niña no lo controla.
En tres años se utilizan bastante los rincones, para realización del trabajo de ficha así como para el juego, mientras que en 4 años, el tiempo de juego va disminuyendo. La clase de 4 por la que he pasado es muy tranquila y buena, tanto en comportamiento como en trabajo.
Los alumnos y alumnas van siendo cada vez más autónomos para realizar las actividades programadas (asamblea, fichas, juego por rincones, aseo, comida...) y tienen interiorizadas muchas más rutinas. Se nota el trabajo de la profesora en el aula, pues el nivel de conocimiento de los niños en general, es bastante alto. Me llamó bastante la atención las actividades al trabajar las letras. Trabajan siempre al aprender una letra, una canción relacionada y además en la asamblea algunos niños debían formar frases con las letras o palabras trabajadas. Esto me parece muy importante, pues no solo van aprendiendo vocabulario sino que aprenden a construir frases de forma correcta, lo que va a ser muy positivo para su desarrollo del lenguaje en los siguientes cursos.
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